"La importancia de llamarse......"era su nick y Ernesto obviamente su nombre real..le fascinaba esa obra de Oscar Wilde que había releído miles de veces hasta saberse el texto de carrerilla y el hecho de llamarse como su protagonista lo llenaba de orgullo..tenía 39 mal aprovechados años..era bajito de extremidades muy cortas pero con un tórax muy bien moldeado a base de torturarse en el gimnasio y su cara de facciones duras le daba un aire muy masculino y serio.. tenía la cabellera áspera y crespa que el disimulaba a base de gastar tubos y tubos de gomina..sus virtudes principales según su propio criterio eran.. su meticulosidad..precisión..y perfección..y todo eso lo era hasta la saciedad.. se vanagloriaba de ello y siempre buscaba algún tema de conversación con el que poder demostrar a todo el que quería escucharle..lo maravillosamente rutinaria y perfecta que era su vida.
Trabajaba en una oficina triste y mediocre totalmente en acorde con el trabajo que desempeñaba..su labor estaba tan automatizado y era tan poco interesante y facil que no requería de su mente para desempeñarlo y se podía permitir el gran lujo de soñar despierto con todas esas experiencias tan maravillosas que le esperaban cada día en casa a su regreso.. y este pensamiento se multiplicaba infinítamente..invadiéndolo de tal excitación que su cara se tornaba roja..y el sudor se le escapaba sin control atravesando y humedeciendo todo lo que lo vestía ..con tal exageración que a duras penas conseguía ocultarlo a sus compañeros..e iba incrementándose a medida que las horas se agotaban.. así que a las 8.00 en punto cuando salía..se dirigía automáticamente y con pasos ligeros acompañados al unisono por los fuertes latidos de su corazón cuan voz de mando militar marcándole el paso..a la Calle del Pozo - 46 -sótano A.. donde malvivía .
Al llegar e inmediatamente como todos y cada uno de sus días..abría el ordenador..un modelo antiguo de un gris sucio por el reiterado uso..con un teclado de teclas gastadas en las que ya ninguna letra era visible exceptuando la "h" y la "z" posiblemente las que menos utilizaba..y entonces con mano temblorosa por la emoción.. tendía su macabra red.. presentando su impoluto perfil como carnaza para atraer y así pescar a todo lo que a ella se acercara..maniobra que conseguía abriendo todas y cada una de las páginas de contactos..seis en total.. con la esperanza de llenarla de cientos de peces variopintos y bellos llegados de todos los ciberocéanos..mientras él se preparaba y acicalaba en el baño para tan importante ocasión.
Primero el pelo.. que embadurnaba de la pegajosa gomina hasta conseguir dejarlo totalmente tieso pero liso..luego se untaba maquillaje meticulosamente cuan manteca en una inmensa tostada.. borrando todas las huellas de cansancio e imperfecciones propias de la piel..peinaba sus cejas espesas y se teñía aunque muy levemente las pestañas en un negro azabache realzando y disimulando así su carencia..por último se perfilaba los labios con un lápiz color piel de un suave tono rosado..concluida la operación fijaba su mirada en aquel trozo de cristal que puntual y fielmente le devolvía su imagen mientras se repetía con entusiasmo y en voz alta"que bello eres Ernesto" con tal vehemencia que terminaba creyéndoselo.
Miró al reloj..las 9.00 en punto y comenzó a sentir como de nuevo se renovaba su excitación contenida cosquilleando en sus escrotos.. volvía a aflorar el sudor.. y procurando no estropear su perfecto maquillaje..lo secó con pequeños golpecitos y el pico de una toalla del mismo color para disimular la mancha ..soy tan práctico... pensó mientras se encaminaba hacía la pantalla que ya brillaba proyectando los destellos de cientos de pececillos que agonizaban ávidos de compañía..cariño o sexo atrapados en la red.
A pesar de su necesidad imperiosa de afecto y de satisfacer sus más íntimos deseos..era pulcro en su elección y solo contactaba con aquellas que habían escrito las palabras clave "te llamas Ernesto??"o "tu nombre no será Ernesto verdad?"porque eso confirmaba el intelecto de sus víctimas.. solo las más cultas conseguían excitarle..lo que el nunca consideró un problema sino más bien la consecuencia al honor y la importancia de llamarse Ernesto.
Conectando la cámara..la primera vez solo como prueba para ensayar la sonrisa y la postura perfecta que serviría de anzuelo..desabrochó los dos primeros botones de su camisa entallada y negra..la misma que siempre utilizaba.. aunque desnudo de cintura para abajo ya que esa parte de su cuerpo sola la mostraba cuando le era requerida..y se dirigió al primer pez con una voz forzada hasta el máximo para que sonara sensualmente viril y ronca "Sí tesoro..ese es mi nombre..dime cariño..te gusto??" y así empezaban todas y cada una de sus conversaciones..entre dulces y tiernas..románticas y cercanas..mientras tanteaba tratando de percibir lo que esa inocente pecesillo necesitaba.. de esta manera se convertía en psicólogo..amigo..amante..confidente..call boy..stripper y hasta hermano..pero todas las conversaciones independientemente de su contenido le producían tal placer entre divino y obsceno que siempre acababa llevando su mano hacía los genitales.. con astucia.. muy lentamente para que nadie se percatara de ello.. el hecho de estar desnudo le facilitaba el empeño.. y se masturbaba desenfrenadamente..una y mil veces en una eclosión apoteósica de orgasmos.. hasta acabar totalmente extenuado y dormido sobre el ordenador.
Que maravillosamente perfecta y rutinaria era su vida..pensaba cada mañana al dirigirse a la oficina.. mientras con ojeras visiblemente marcadas por la absoluta falta de sueño caminaba con hastío a duras penas arrastrando su cuerpo .
